Las relaciones tóxicas son relaciones en las una o ambas partes se hacen daño de forma constante.
Las relaciones tóxicas no sólo se dan en las relaciones de pareja, pueden aparecer y de hecho también surgen entre miembros de la misma familia, entre amigos, compañeros de trabajo… y en ellas también hay cariño y afecto lo que hace que sea muy difícil romper con ellas.
Una relación se vuelve tóxica en el momento en que una de las partes "se aprovecha" de la otra, cuando aparentemente solo uno de los dos obtiene un beneficio. Por ejemplo, la persona que actúa viendo únicamente su interés, que se propone manipular e intentar controlar, o que simplemente quiere sacar provecho. Lo que motiva a una persona a tener conductas tóxicas es la voluntad de tener control completo y de tener todo el poder en la relación.
Si en la relación en que te encuentras de alguna u otra forma te hace sentir mal, por ejemplo te sientes juzgado, desvalorizado, manipulado, amenazado, acosado, maltratado, o sientes un vacío difuso después de verte con la persona tóxica, si tienes alguno de estos sentimientos, es importante que te preguntes si estás en una relación tóxica y que busques la manera de salir.
De hecho, tal y como sucede en el maltrato, es muy habitual que la víctima acabe normalizando las actitudes tóxicas de su pareja. Incluso cuando los amigos y familiares de la víctima le advierten de que lo que está tolerando no es normal.
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