1. Autoestima alta y estable:las personas con este tipo de autoestima, tienen una autoestima fuerte o elevada, se desenvuelven de manera abierta ya que no necesitan defender su imagen, se defienden sola y no se ven influenciadas por lo que ocurra a su alrededor de forma negativa.
Además, son capaces de defender su punto de vista de forma calmada y se desenvuelven de forma exitosa a lo largo del tiempo sin desestabilizarse.
2. Autoestima alta e inestable: Estas personas se caracterizan por tener una elevada autoestima pero no por mantenerla constante. No suelen tener las herramientas suficientes para enfrentarse a ambientes estresantes y que los suelen desestabilizar, por lo que no aceptan el fracaso ni tampoco aceptan posturas opuestas a las de ellos. La inestabilidad de la autoestima conduce a situar la autoestima como preocupación central y exige preservarla a cualquier precio y apelar a una actitud agresiva (para promoverla) o bien pasiva (para protegerla).
3. Autoestima estable y baja: En esta categoría las personas tienden a mostrarse siempre indecisos y temen equivocarse, por lo que siempre buscaran el apoyo de otra persona. tampoco luchan por sus puntos de vista ya que de manera general se valoran de forma negativa y tienen miedo a no ser suficientes para los demás y ser rechazados. Piensan constantemente que no podrán lograr aquello que se propongan, pues confían muy poco en sus capacidades. En este tipo de autoestima tienden a predominar los sentimientos pesimistas y negativos, también se puede manifestar en varios trastornos psiquiátricos, como podría ser una depresión, ansiedad o niveles muy elevados de estrés
4. Autoestima inestable y baja: Este tipo de autoestima se ve condicionado por los factores externos. Las personas mantienen habitualmente niveles bajos de autoestima, pero frente a logros o éxitos, su autoestima sube. Suelen ser muy sensibles e influenciables y prefieren no enfrentarse a nadie incluso aunque sepan que la otra persona no lleva la razón. Este tipo de autoestima se caracteriza por su fluctuación e inestabilidad, lo cual conlleva a que la persona sea altamente vulnerable a los eventos a los que se encuentra, aunque desde afuera puedan ser irrelevantes.
5. Autoestima inflada: las personas con este tipo de autoestima se caracterizan por tener una personalidad fuerte y creerse mejor que las personas de su alrededor. Por ello, nunca suelen escuchar ni prestarles atención a los demás. La percepción de sí mismos está tan inflada que se creen mejor que el resto. Cuando las cosas se complican, no reconocen los errores y enseguida culpan a los demás y tienen un ego muy grande. Estos individuos menosprecian a los demás y adoptan un comportamiento hostil hacia ellos, suelen ser muy materialistas y superficiales.
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